Plantea siempre el peor escenario posible

Vengo del desarrollo de hardware. Esto significa que vengo de una época donde crear una placa de circuitos era un proceso realmente caro y usualmente era una única persona quien hacía el desarrollo de una placa de circuitos.

Plantear el peor escenario posible consiste en poner sobre la mesa circunstancias que están fuera del uso esperado, que no va a formar parte del paquete de características que quieres, y que, en consecuencia, va a hacer que tu creación se ubique y actúe en un entorno donde no está acostumbrado, preparado o diseñado, en absoluto. Piensa durante un segundo en las consecuencias y lo entenderás.

Los fallos te pueden costar el puesto (y te despiden si lo haces demasiado lento o si fallas mucho en el camino) y la presión por «hacerlo bien a la primera» es imperativa, como cabe esperar en un puesto de responsabilidad. Básicamente, currar en esto significaba que había días que ibas con el culo tan apretado que cagabas cual conejo.

Plantear el peor escenario posible forma parte del desarrollo de un producto:

  • ¿Qué hacer cuando lo que estás creando no funciona?
  • ¿Se ha roto algo?
  • ¿Cómo sabemos qué se ha roto?
  • ¿Cómo podemos averiguar qué se pudo romper y en qué lugar de forma precisa?
  • ¿Cómo estamos seguros que ESO funciona?
  • ¿Y si se rompe algo de lo que depende?

Poco a poco se impregna este pensamiento, en apariencia tan negativo, en busca de soluciones a tu problema de partida, a todos los planos de tu vida. Nadie te pide que te plantees esto, pero si sale mal (peor escenario posible), el dedito de echar la culpa caerá sobre ti.

En tu entorno no laboral acaba pasándote lo mismo, pero a niveles más suaves:

  • Se te olvida el papel de váter
  • Se te quemó la comida
  • No compraste detergente
  • No pusiste la lavadora
  • Se te manchó la camisa

Algunos tienen consecuencias suaves, otros, las consecuencias pueden ser bastante desagradables… o incluso divertidas

Consiste en plantear una casuística que se escapa de comportamiento esperado, la cual tiene una serie de consecuencias

¿Pensar así no te vuelve negativo?

¡Para nada!

En mi caso, el germen de este pensamiento generalista me vino del bendito refranero español y su manía por abarcar tantos aspectos del día a día:

Tú inténtalo, el no ya lo tienes

Refranero español

Cuando comencé con mis escarfeos amorosos en edades hormonalmente lamentables, esta era la frase habitual que oía entre allegados, trileros, trolls y sucedáneos de amistades que durarían tanto como el café que me estoy metiendo entre pecho y espalda. Una frase que muestra un mensaje positivo obtenido de una negativa, en tecnología es precisamente un pilar que ves en proyectos llevado al gran público que se han impregnado en nuestro día a día, edulcorado con márquetin, pero siendo la misma Stacey Malibú, sólo que ahora lleva sombrero.

¿Pensar en el peor escenario posible no te vuelve pesimista por narices?

Si tienes dudas para acercarte a esa persona y quedar a tomar un café o lo que surja, y aplicando el refranero, te animas y ¿quién sabe? lo mismo sólo acabas mojando las ganas en dicho café.

No, no se trata de ir constantemente con el modo bélico activo y buscando pelea, ni tampoco de ir de triste. Se trata de tu reacción al ver el gif de Fry y ver que algo ha cambiado, algo es diferente.

¿A que te esperabas otra cosa?

El plantear este escenario como posible hace que ahora, cuando veas el gif de Fry, no veas únicamente un único escenario posible: ahora hay 2. Y ambos, igual de útiles, como buen meme.

Resumen para vagos

Si quieres la paz, prepárate para la guerra.

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